Poco antes de las vacaciones volvió Jorge con su joyita, la
T2 Bianchi que había adquirido unos meses antes. Venía para revisión, puesta a
punto y cambio de admisión del motor, pero nos encontramos con una sorpresita,
le habían cambiado los rodamientos pero no le habían puesto el casquillo
separador que va entre ambos rodamientos, y tenía muchísima holgura, se había
comido el buje y la punta del palier. Era bastante peligroso ya que se podía
haber salido la rueda. Tuvimos que sustituírselo todo, incluido rodamientos
nuevos. Por otro lado le hemos cambiado un guardapolvo, y la hemos subido en
altura, para que pueda andar un poco más cómoda por caminos.